A principios de 2014, Crimea se convirtió en el foco de una de las peores crisis entre Rusia y Occidente desde la Guerra Fría, después de que el hasta entonces presidente de Ucrania, el prorruso Viktor Yanukóvich, fuera derrocado tras una serie de protestas de índole europeísta.

Durante gran parte de febrero de 2014, el presidente ruso había ido enviando silenciosamente a miles de soldados adicionales a las bases que Rusia tenía en Crimea gracias al Tratado de Partición de 1997.

Muchos «voluntarios» civiles también se trasladaron a la península para concluir un plan que se llevó a cabo en secreto y se completó con éxito.

Invasión Suave

Tras el derrocamiento de Yanukóvich, el Parlamento de Crimea eligió a un primer ministro prorruso y votó a favor de separarse de Ucrania.

Los líderes prorrusos aseguraban que necesitaban proteger a los habitantes de Crimea de los «extremistas» que habían tomado el poder en Kiev y amenazaban el derecho a hablar ruso en la región.

El 16 de marzo organizaron un referéndum en el que se le preguntó a las personas si querían que la república autónoma se uniera a Rusia.

Ucrania y Occidente juzgaron que el referéndum era ilegal, mientras que Rusia lo apoyó firmemente.

Según funcionarios locales, el 95,5% de los votantes en Crimea apoyaron la opción de unirse a Rusia en el controvertido referéndum que se llevó a cabo sin ningún observador internacional con credibilidad.

Importancia de Crimea

El 1 de febrero, Putin acusó a Occidente de ignorar las preocupaciones sobre la seguridad de Rusia, luego de que Estados Unidos se negara a garantizar que Ucrania no se uniría a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

El líder alegó que una posible adhesión de Ucrania a la alianza militar «socavaría la seguridad de Rusia» y que Estados Unidos estaba utilizando a Ucrania para «contener a Rusia»

Desde la anexión de Crimea, la península ha sido un punto de antagonismo entre Rusia, Ucrania y Occidente.

Mientras que Occidente considera a Crimea parte de Ucrania, Putin sigue determinado a defender la idea de que la península pertenece a Rusia, y advirtió que permitir que Ucrania se una a la OTAN podría llevar a Occidente a una guerra con Rusia por el control del territorio.

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